Bueno. Bueno, bueno.
He vuelto a hacer lo mismo y a desaparecer por arte de magia, qué irresponsable
soy. Ni siquiera me digné a escribir una reseña sobre el Blue Dolly Day al que sí,
asistí como un fantasma. Vi tantos resúmenes, vídeos y demás que me dio una
pereza inhumana el escribir mi experiencia en el evento. Por lo que me
esperaré al Dolly Festival BCN, que por cierto es este fin de semana —qué
hype, por dios— y, si tengo ganas, escribiré la reseña. Puede incluso que
me anime a hacer algún vídeo, pues editar me encanta. El problema es que mi
ordenador pide la jubilación ya y no sé cómo decirle que el gobierno aplazó la jubilación
unos años más: mientras estoy editando el vídeo se encalla y así es imposible
trabajar —desesperación—.
Ahora bien, tengo una noticia. El que sea buena o mala es
relativo, y es que hace nada “pequé”.
Me explico.
Me había prometido no comprar más resina porque como no trabajo —todavía,
estoy estudiando, pese a que me queda nada para acabar los estudios—, “no me lo
podía permitir”. Pero entonces vi a la venta por Facebook una cabeza de Soom,
concretamente un Obsidius en versión humana a la que no me pude resistir y…
cayó. Sí, la compré apoyándome en el argumento de que el 4 de julio es mi
cumpleaños y me darían money-money para poder pecar como el diablo manda, y el
día 18/6/18 llegó a mi casita.
El problema es que tengo que remaquillarla y, por supuesto, comprarle un cuerpo. El maquillaje de la casa está en muy mal estado
pero es que, de todos modos, tenía que cambiárselo ya que el personaje es rubio
y la cabeza tiene las cejas negras como el tizón. Así que, en definitiva, tengo
que encontrar un/a maquillador/a que me convenza y conseguirle un cuerpo que se
ajuste al personaje que quiero construir, que no es nada menos que un ángel de
metro noventa. El cuerpo que, por ahora, me llama más es uno de Ringdoll: el RGMbody-3
de 70 cm. Ahora bien, no sé si casará el color de resina (problema de las
hibridaciones…) así que tendré que hacer un exhaustivo estudio de mercado
resinil y plantearme una buena política de ahorro.
Aquí tenemos al señorito... (el ojo de la derecha o, si quieres, su ojo izquierdo, está desconchado)
En fin, que me tocará esperar, sí o sí. Y soy una de las personas más
impacientes sobre la faz de la tierra. Haré todo lo posible por conseguirlo en
cuanto antes.
A todo esto, hice un vídeo del unboxing de la cabeza. Mi primer
unboxing grabado. Mi primerita vez. Como lo grabé con el móvil (la odiosa
cámara delantera), mi ordenador me lo ha soportado. En cuanto me apetezca
hacerle una intro a mis videos (porque el vídeo ya está editado), lo colgaré.
Andreamonia, la idealista
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